25.10.05

Autobiografia autorizada

La historia nos remonta a la mañana del 2 abril de 1975 (se cree que a esos de las 11), en un nosocomio de la ciudad de Córdoba (en estos momentos no recuerdo cual : p) llegaba al mundo nuestro personaje en cuestión
Hijo de Don Enzo Álvarez (siempre me avergonzó decir que se llama Maria) y de doña Cristina Venturelli. (que casualmente también se llama Maria).
Se dice que su primera infancia transcurrió hasta los dos años de vida en el popular barrio de Alberdi de los cuales no hay registros que merezcan ser destacados.
Cumplidos los primeros dos años el personaje se traslada al barrio de Don Bosco que por aquellos tiempos no era mas que unas cuantas casas dispersadas por ahí.
Ya en esta etapa tenemos algunos hechos que podremos recordar. Este historiador pudo averiguar que ya desde su comienzo en el jardín de infantes no lo acompañaba la suerte, puesto que como todo niño se rajo en llantos y no contento con eso, se le rompió el vaso de “yogurt” que había llevado de merienda por lo cual se tuvo que cagar de hambre.
Para terminar con la etapa de jardín de infantes solo diremos que se destaco como abanderado a fin del ciclo (situación que, como veremos mas adelante, no volvio a suceder en el resto de su etapa educativa).
De la escuela primaria solo podemos rescatar que en 4º grado obtuvo su primera mala nota (se cree que en música) lo cual lo fue templando para futuros tropezones. Al final de este ciclo llego la clásica votación para elegir abanderado quedo en un empate técnico con una compañera y fue a un desempate, el cual a decir del resto del grado estuvo viciado de nulidad por un oscuro acuerdo entre la madre de la compañera y una de las maestras de grado (ahora si, no esperen verlo nunca mas inmiscuido en votaciones para abanderado).
El tiempo nos lleva ahora a la etapa del secundario, quizás de las mejores de su vida, el primer hecho para destacar fue el tropezón que sufrió al quedarse de año cuando cursaba 2º. Es menester relatar el suceso que determino tal tropiezo porque a criterio de este escritor no tiene desperdicios.
En una tórrida tarde de febrero, se encontraba nuestro personaje frente al tribunal que lo evaluaría en la materia “electricidad”.todo trascurría dentro de los cánones normales, hasta que a nuestro personaje se le fueron los conocimientos de la cabeza y uno de los profesores (con el cual ya había tenido encontronazos a lo largo del año) lo empezó a presionar de sobremanera. En resumidas cuentas todo termino con el alumno ofreciéndole puñetes al profesor y repitiendo el año.
También podemos mencionar que participo de los seleccionados de fútbol, handball, y voley del colegio, que en esta etapa gozaba de cierto “éxito” con las mujeres (éxito que perdería con el paso del tiempo) y no muchas mas cosas mas.
Una vez terminado el secundario llego el primer golpe fuerte en su vida, le toco cumplir con el servicio militar obligatorio y ser parte de los últimos giles que lo hizo por obra y gracia de don Carlos Saúl Menem.
De esta etapa solo destacaremos que obtuvo el grado de paracaidista militar con 14 saltos de una aeronave en vuelo, algo inusitado en un soldado ya que el promedio en esa época no pasaba los 4 o 5 saltos.
Una vez terminado el servicio militar nuestro personaje en cuestión se tomo un año sabatico hasta que ingreso a trabajar en una cadena de supermercados.

Este ultimo hecho sin dudas cambiaria su vida, pero eso será material para el segundo tomo de esta colección ya que me duelen los dedos de tanto escribir.

Nota del autor: este texto fue leído, analizado y debidamente censurado por el personaje que nos ocupa.

3.10.05

Empezemos por el principio